¿Qué harías para alcanzar tú sueño? ¿Darías lo que sea? ¿Venderías todo lo que tendrías? Pues, así hizo Jorge Martínez y lo consiguió.
Jorge Armando Martínez un joven de 28 años, alcanzo su sueño al llegar a los EEUU desde Cuba el pasado 21 de febrero. “Fue cuando unos pescadores lo descubrieron agitando los brazos en uno de los islotes deshabitados de los Cayos Marquesas, al sur de Florida, a donde llegó tras una travesía de cuatro días en el mar desde Playa Jibacoa, al este de La Habana. Lo hizo tras sobrevivir en una tabla de windsurf con una botella de agua y diez caramelos en las aguas infestadas de tiburones del estrecho que separa Cuba de Estados Unidos." (fuente: BBC Mundo)
Jorge se había propuesto dejar Cuba para ir a EEUU, al ser padre por primera vez. Es que al tener una hija (o un hijo) la vida de cualquiera se revoluciona, y esto pasó con nuestro héroe, según el mismo lo cuenta:
"Tengo una bebé que tiene un año y siete meses y fue cuando de verdad se me apretó la cosa. Yo podía pasar hambre y necesidad. Estaba acostumbrado. Pero la criatura esa que yo tuve, no podía. La veía casi sin comida y tenía que buscar una forma de darle una mejor vida."
En esta situación, Jorge vendió todo lo que tenía y se compró una tabla de windsurf de segunda mano por 340 dólares US, y comenzó a entrenarse durante nueve meses, junto con su primo y otros dos amigos, para obtener la resistencia física necesaria para el viaje a EEUU. Además, estudió las condiciones en el mar y cual sería el mejor trayecto para llegar a Estados Unidos. Se invirtió totalmente en su preparación.
"Durante la preparación me desvinculé prácticamente del mundo. Dejé de hacer todo lo que me gustaba: nada de cine, nada de novias, nada de películas, nada de juegos. Solamente enfrascado en tratar de salir de ese país", añade él.
Después de toda la preparación, llegó el día para partir. El 17 de febrero, junto con sus dos amigos – en el último momento su primo decidió no viajar – echaron las velas al viento. Sin embargo, lo que se planificó como un viaje de 5-6 horas acaba casi en desastre.
Uno de sus compañeros, empezó a tener problemas con su equipo frenando a todos. Luego tuvieron que separarse. A Jorge se le hacía más difícil seguir, pero tuvo que abandonar la vela y remar. Al amanecer del cuarto día, estando a punto de cambiar de rumbo por la desesperación, se dio cuenta que se acercaba a la tierra y finalmente llegó a alcanzarla, deshidratado, exhausto pero contento.
Aquí tenemos su testimonio tomado de la BBC:
La historia tiene su final feliz. El joven espera sus papeles para poder trabajar, una tienda especializada en windsurfing ya le ha ofrecido un trabajo, así que la vida le sonríe.
Me llama poderosamente la atención unos detalles que Jorge Martínez mencionó: primero se informó, después vendió todo lo que tenía, y luego se dedicó totalmente a lo que se había propuesto sin desistir, hasta alcanzar la meta.
Si quieres alcanzar tu sueño hay que invertir, pero hay que hacerlo de manera tan decidida como lo hizo Jorge. Al 100 %.
Desconozco cuanta gente está buscando el verdadero sentido de su propia vida. A veces nos conformamos con casi nada. Sin embargo, los verdaderos ganadores buscan, se entrenan y persisten pensando en alcanzar lo que se hayan propuesto. Esta es la fórmula del éxito.
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